Actualmente, el desarrollo de aplicaciones y sistemas informáticos propios constituyen una de las formas más importantes de optimizar y gestionar los procesos de negocio de una empresa.
Hasta hace pocos años era muy frecuente el uso a nivel empresarial de populares herramientas tales como procesadores de texto, hojas de cálculo, bases de datos, etc… mediante las cuáles se desarrollaba la gestión del negocio. A día de hoy, la situación es bien diferente: en el mundo empresarial es habitual la utilización de aplicaciones y herramientas de gestión desarrolladas a medida.
El principal cambio sufrido en los últimos años se refiere a la naturaleza y la concepción de las aplicaciones empresariales. Si en el pasado eran las empresas las que debían adaptarse a las características de las herramientas, en el mundo 2.0 de hoy son las herramientas de gestión las que se pueden adaptar a las necesidades y procesos de negocio de la empresa, mediante el desarrollo de aplicaciones ad hoc